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Una final que vibra: Junior vs Medellín.

Junior y Medellín, una final que vibra de arco a arco

El equipo barranquillero tiene 4 pequeños goleadores, frente a Cano, el artillero del campeonato.

Yony González

Yony González, delantero del Junior.

Foto:

Guillermo González/ ETCE

Por: Pablo Romero
07 de diciembre 2018 , 08:23 p.m.

De arco a arco y de ataque a ataque; de figuras de la portería a figuras del gol. Para ser campeón se necesita quién o quiénes hagan los goles, y quiénes los eviten, y eso es lo que tienen Junior y Medellín para disputar la final del fútbol colombiano, que empieza este sábado con el partido de ida en el estadio Metropolitano de Barranquilla (7 p. m.).

En las porterías, los dos finalistas pueden dormir tranquilos. Están bien resguardados. Junior tiene a Sebastián Viera; Medellín tiene a David González. Son dos arqueros de experiencia, con liderazgo, con mando y, sobre todo, muy confiables. Dos arqueros de esos que ganan partidos, de esos que todo equipo quiere y necesita tener para aspirar a ganar la estrella.

Viera es un arquero uruguayo que ya parece costeño, que ha pasado por mil batallas, que ha jugado finales, que ataja penaltis y que hasta hace goles de tiro libre. Viera, a sus 35 años es un líder, un candado, un símbolo del equipo. Acaba de superar una lesión y su presencia estuvo incierta para el juego de este sábado, pero regresó el pasado miércoles en la final de la Copa Suramericana contra Paranaense. El arquero que gana partidos volvió justo cuando Junior más lo necesita, justo para las finales.

Sebastián Viera

El arquero uruguayo Sebastián Viera fue la gran figura del Junior . Sacó por lo menos tres balones que tenían sello de gol.

Foto:

AFP

“Tenemos que saber diferenciar los partidos. Estamos jugando los más importantes del año cada tres días. El miércoles apenas terminó el partido cambiamos el chip para lo que será mañana (hoy), somos conscientes de lo que nos jugamos”, dijo ayer en rueda de prensa el portero Viera, que además es el capitán del equipo barranquillero.

Viera ha custodiado de buena manera su arco en toda la campaña. Junior fue uno de los equipos que menos goles recibió en la fase todos contra todos, 17 tantos (Santa Fe fue el menos vencido, con 13). Ese buen trabajo defensivo es el resultado del respaldo entre la zaga, los volantes destructores, y un arquero atajador, y que sabe jugar finales.

Pensamos en esta final. Lo que pasó, pasó, son 180 minutos que vamos a jugar a muerte

“Nos vamos a enfrentar a un buen equipo. Confío plenamente en mi defensa porque estamos jugando muy bien, estamos en un buen momento. Pensamos en esta final. Lo que pasó, pasó, son 180 minutos que vamos a jugar a muerte”, dijo Viera, que llegó a Junior en 2011, que ya ganó una estrella (2011) y dos copas Colombia y que ahora quiere la Liga y la Copa Suramericana.

De frente, de lejos, en la otra orilla, estará el otro arquero, el rival, David González, colombiano, 36 años. Cuando se dice que el Medellín está en la final por los goles de Germán Cano y las atajadas de David González, no es exageración. La semifinal contra Tolima fue la prueba de fuego y el portero salió bien librado, llevó a su equipo hasta donde está ahora, a punta de buenas atajadas.

Desde el día uno, los más grandes del equipo trazamos el plan de ser campeones, igual en el partido de la primera ronda que en estos de las finales.

“Siento muy tranquilo al equipo, concentrado, convencido y con hambre, que es lo que queremos. Ha sido así todo el semestre, independientemente de los altibajos que pudimos tener. Es un grupo que siempre estuvo enfocado. Desde el día uno, los más grandes del equipo trazamos el plan de ser campeones, igual en el partido de la primera ronda que en estos de las finales. El objetivo ha sido siempre el mismo. No vamos a cambiar nada ahora”, dijo González a Futbolred.

David González

David González

Foto:

Archivo ETCE

González sí que sabe de finales y de títulos. Ha ganado tres con el Medellín (2002, 2004 y 2016). Ya es un arquero histórico del equipo. Pero para ganar su cuarta corona deberá contener el ataque del Junior, ese que no tiene un gran artillero sino pequeños y peligrosos goleadores. González está listo para el desafío. “El equipo está 100 por ciento concentrado, motivado, han sido dos semanas de buen trabajo y recuperarnos, teníamos partidos muy seguidos. Mantenemos la concentración, el enfoque, sabemos lo que queremos y estamos ya es un poco ansiosos de que lleguen los partidos”, dice González.

De ataque a ataque

Hay diferentes formas de crear peligro en ataque, de intimidar a las defensas y a los porteros imbatibles, como los de esta final. Medellín tiene al goleador de la liga y del año, al argentino Germán Ezequiel Cano, un delantero que lleva 30 tantos en el 2018 y ha transitado la temporada punteando la tabla de goleadores, lejos de los atacantes del Junior, que lo miran a la distancia. Si Cano lleva 18 goles en este campeonato, esos son los mismos que llevan Luis Díaz (9), Jarlan Barrera (7) y Teófilo Gutiérrez (2), juntos. Hay que sumarle a Junior los goles de Yony González, que ha hecho cinco, porque es otro de esos pequeños goleadores que tiene el equipo tiburón para amenazar al arquero González, aunque el titular es Teo.

Creo que la clave es creer en uno mismo para ayudar al equipo y también es muy importante mirar y aprender, no conformarse, sino seguir adelante

“Siempre que he llegado a Colombia –dice Cano– me ha ido muy bien. Creo que la clave es creer en uno mismo para ayudar al equipo y también es muy importante mirar y aprender, no conformarse, sino seguir adelante. Pensar en el aquí y el ahora”.
Cuando Cano no hace los goles, Medellín apela a sus gregarios: a Ricaurte, a Caicedo, a Castrillón. Pero todos saben que teniendo un delantero como Cano, hay que buscarlo, hay que darle la pelota, aunque el técnico Octavio Zambrano le quiere quitar esa presión. “Los goles de Germán Ezequiel son un aporte, pero muchos de ellos son elaborados por el equipo, y eso es lo que me place, que los goles son de muy buena construcción, aparte del talento de él, claro está”, dijo el entrenador del DIM.

Lo de Junior es más colectivo y esa es justamente su fortaleza. Junior ataca en manada, no busca a un solo hombre, tiene jugadores de mucho talento en la mitad, tiene media distancia, pases filtrados. Si le dan la pelota a Luis Díaz siempre hay peligro de gambeta y de gol. Si le dan el balón a Teo, hay orquesta; si se lo dan a Jarlan, hay sinfonía; si se lo dan a Sánchez, hay dinámica. Y si juega Yony, hay goles.

Todos juegan engranados, con funciones específicas, y se abren espacios entre ellos y se buscan. Si Junior es el equipo tiburón, su ataque parece de cien filosos dientes.
“Física y futbolísticamente estamos bien. Vamos por los dos títulos. La mentalidad es lo más importante en este equipo, las ganas y el deseo de ganar”, dijo hace un par de semanas Teo Gutiérrez, el otro líder del equipo, el jugador diferente, el de más trayectoria y experiencia.

De arco a arco, en las áreas, con arqueros atajadores y delanteros y volantes que intimidan, Junior y Medellín chocarán hoy con sus mejores fuerzas para empezar a pulir la estrella de fin de año.

Pablo Romero
Redactor de EL TIEMPO

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